Si tienes un negocio de personalización basado en la técnica de la sublimación, tu objetivo es conseguir una producción regular, constante, predecible para poder establecer unas previsiones de producción, ventas e ingresos. Pero con frecuencia surgen problemas y te encuentras con variables de difícil control. El ajuste de la presión, tiempo y temperatura son las variables habitualmente controladas, y sobre las que solemos incidir como elementos clave en la consecución de una transferencia óptima de las imágenes.
Aunque también existen otras variables decisivas, que generalmente no plantean ningún problema cuando trabajamos con los valores óptimos. Son las grandes desconocidas y por este motivo, son más difíciles de controlar. En este post vamos a analizar todas las variables que debes controlar para conseguir un resultado óptimo en la sublimación.
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